El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) informó hoy que Perú, Argentina y Colombia lideran la innovación en infraestructura necesaria para fomentar la industria de biocombustibles, que necesita inversión privada para desarrollarse.
Según el informe "Un Modelo de Energía Limpia en el Continente Americano", elaborado por la consultora Garten Rothkopf, América Latina está en una posición única para usar sus ventajas competitivas para desarrollar esa industria. "El estudio servirá para orientar políticas e inversiones en el sector", indicó el coordinador de Biocombustibles del BID, Arnaldo Vieira de Carvalho, en la presentación del informe.
Manifestó que, según la consultora, para desarrollar el sector la región necesita inversiones por 200 mil millones de dólares para que los biocombustibles representen un cinco por ciento de las necesidades energéticas para el sector de transporte al 2020.
En el caso del Perú, el documento señala que se han dado pasos importantes en materia de biocombustibles pero todavía tiene que poner en marcha un marco normativo integral coherente para el desarrollo de esta industria. "Perú ha establecido un marco legal inicial para la promoción de los biocombustibles y ha aplicado un Programa para la Promoción de los Biocombustibles y una Comisión Técnica sobre el tema", agrega.
También establece que las zonas amazónicas del Perú, y de otros países, están recibiendo particular atención como una fuente de producción de biocombustibles pero aún se necesitan implementar regulaciones para guiar a los potenciales inversionistas.
"Las barreras arancelarias son un importante obstáculo para expandir las exportaciones pero Colombia y Perú, que han negociado acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, tienen una ventaja potencial en este aspecto", señala el informe.
Además, menciona que el Perú tiene un marco legal básico para el desarrollo de la industria de los biocombustibles, se han establecido objetivos de abastecimiento y el gobierno se ha enfocado en las preocupaciones medioambientales. El país ya cuenta con una industria azucarera de potencial producción y cuya expansión podría alimentar la producción de etanol, concluye el informe.
